Josefina y su pequeño hijo.

Vergüenza maya

Desde que era pequeña he escuchado sobre ‘ los mayas’. Cuando me acerqué a la zona maya de Guatemala, me sentía muy ilusionada con conocer parte de la cultura. Llegué al pueblo de San Pedro de Laguna, pueblo como muchos otros que rodean el lago Atlitán, al igual que algunos volcanes le acompañan. Lo primero que me llamó la atención, al llegar, fue la vestimenta típica de la mujeres, ellas vestían sus trajes que han usado ancestralmente. Eso sí, habían muchos turistas. Si bien estaba alojada en una zona alejada del movimiento turístico, que fue lo mejor, ya que tuve la oportunidad de ver y compartir directamente las tradiciones con algunas mujeres de origen maya y sus familias. Con ellas pude aprender muchas enseñanzas, una es que algunas familias sienten vergüenza de tener origen maya, ya que muchos han sido discriminados por personas nacionales y no quieren vivir más malas experiencias respecto a ese tema. Por otro lado, otras personas mayas no usan sus ropas tradicionales por no tener el verdadero sentido de pertenencia. Otro fenómeno que existe por esa zona es que muchas personas han vendido o estar por vender su vivienda o pedazo de tierra que poseen. Recibiendo así, un poco de dinero para emigrar a la capital en búsqueda de una mejor calidad de vida, pero algunas de ellas se han dado cuenta que allí no pueden cocinar con leña y no pueden vivir sus costumbres como lo hacían en su zona original. Un tema muy importante es sobre la lengua que poco a poco se está perdiendo, según ellos, ya que son las antiguas generaciones las que la practican constantemente y la nueva no quiere hablarla también, por lo mismo, por no sentir que es importante mantenerla viva y por miedo al ridículo de sus pares que no tienen origen maya. Otro factor importante para la juventud es que las generaciones anteriores son muy herméticas con sus tradiciones y no han dado las oportunidades suficientes para una real participación de la gente más joven. Otro sector vive todos los días sus tradiciones y costumbres, son fervientes admiradores de su cultura y quieren que se mantenga en el tiempo, está siendo una lucha importante para el avance y mantenimiento de la cultura maya.

Un líder maya se refirió al respecto:

«nuestros abuelos y abuelas nos dejaron un legado. Hago un llamado a los jóvenes, nuestros antepasados practicaron principios y valores, entre otros aspectos organizativos culturales, éstos la reunieron en tres: la vergüenza, el respeto y el pecado. El respeto hacia todo y por todos, el pecado el de Dios, porque cree en la justicia divina y en la ley de la siembra y la cosecha. Vergüenza ante la sociedad, para no denigrar la reputación de familiares ni la de cada persona. Sólo así tendremos un crecimiento personal, social y de la nación, por lo que debemos mantener, aprender y desarrollar«.

Josefina y su pequeño hijo.
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