Vagones fantásticos

Mi primera experiencia en el metro de Ciudad de México fue muy particular. Además, ha sido mi primer país de mi camino que ando en metro. Con lo primero que me encontré al llegar fue una zona de espera exclusiva para mujeres, porque el motivo de aquello era subir a vagones exclusivos para nosotras. Me impresionó bastante estar dentro de uno de ellos. Tuve la sensación de mayor protección y ‘confianza’ al estar entre mis pares. Muchas de ellas, se miraban al espejo maquillándose, peinándose, se ordenaban sus ropas, era un ambiente de cierta hermandad. Lo que, creo, no harían o haríamos en un vagón normal, acompañada del género masculino. Yo estaba impresionada, eran dos vagones en el sector delantero del tren. Al llegar al metro existe una organización y orden para solamente las mujeres puedan entrar a esos vagones, la policía se encargaba de transmitir que sólo las mujeres podían pasar por el camino hacia esa zona especial. Acompañadas también, con niños hasta 12 años, adultos mayores o personas con capacidades diferentes.

Me sorprendió gratamente, yo estaba muy contenta de moverme de esa forma, hacia muchos lugares, tranquilamente. Que jamás lo esperé de una capital tan superpoblada.

Tuve bastantes contradicciones. Este sistema exclusivo para mujeres en el metro de Ciudad de México, se creó ya que existía un alto grado de acoso sexual; múltiples comentarios, toqueteos, fotografías o vídeos sin consentimiento y exhibicionismo, incluyendo eyaculaciones sobre las mujeres o sus pertenencias. El 65% de las usuarias del metro mexicano han tenido, al menos, un episodio de acoso sexual en el Servicio de Transporte Colectivo de la capital. Sin embargo, el 64% de las mujeres no denuncia ese delito, ya sea porque van de prisa a sus trayectos o porque consideran que no servirá.

A partir de julio del 2000, autoridades gubernamentales establecieron, de forma oficial, los dos primeros vagones de cada tren, para uso exclusivo de mujeres y menores de 12 años. Aunque el Metro estipula que los vagones de mujeres son sólo para pasajeras y niños, se han suscitado altercados entre mujeres que denuncian a hombres, adultos mayores o personas con capacidades diferentes de dichos espacios.

Es muy lamentable que las mujeres nos tengamos que proteger de acoso de parte de los hombres en general, no debiera ser así, ya que la tranquilidad es inexistente en algunos medios de transporte. Se ha normalizado de cierta manera este medio de locomoción, exclusivo para nosotras, pero pude sentir que es muy necesario. Me pregunto: también requerimos protegernos de este porcentaje masculino en otros medios de transporte y en otro tipo de espacios públicos?Finalmente tendremos que vivir distanciados entre algunos hombres y mujeres?

Señalética en metro de CDMX.

Comparte este artículo