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Entre Belgrado y Pancevo

Tenía la información equivocada mientras me dirigía a Belgrado, capital de Serbia. Tenía claridad que llegaría como a las dos de la tarde, pero resultó que iba a llegar pasadas las ocho de la tarde. He aprendido, que siempre hay que agregar un tiempo extra al pasar por un control fronterizo. Sobretodo si vas en autobús. Lo que significa esperar a cada una de las personas que van en el y algunas veces hay inconvenientes y hay que esperar más de lo normal. Lo hice en esa oportunidad, pero sucedió de esa manera y no tenía manera de modificarlo.

Escaparate en Belgrado.
Nenad y sus bellos padres, más la.deliciosa comida preparada por su madre.

Había coordinado mi llegada con Nenad, él se ofreció a ir por mí a la estación de autobuses. Yo estaba encantada, ya que es lo mejor que puede ser al llegar a un nuevo país. Y yo, en mi cabeza, con el horario ‘diferido’, le había dicho que llegaría a las dos. En parte del camino, al inicio, tuve internet, pero habían muchas zonas sin cobertura y al cruzar la frontera perdí, definitivamente la señal. No me pude comunicar con él, para avisarle de diferencia importante de mi.hora de arribo. Yo di por hecho que ya no contaba con ese hospedaje, ya que eran bastantes horas de diferencia, y no creía que fuera posible que él me pudiera esperar tantas horas. Yo cometiendo un grave error: supuse.

En mi cabeza, tenía la idea de buscar algún alojamiento cerca de la estación, me sentía muy cansada y necesitaba una buena ducha reponedora. Ese sería mi primer objetivo en Belgrado., Siempre es muy importante tener un plan B, un plan C, D y planes por doquier.

Finalmente, llegué a la estación de autobuses. Me bajé del bus.Tuve una gran y grata sorpresa, Nenad estaba ahí! Se acercó a mí, con una amable sonrisa, que me transmitió mucha calma y me comentó que preguntó a la compañía de mi bus y supo mi horario de llegada temprano, así que, para mi alivio, utilizó bien su tiempo y no tuvo una larga espera. Como parte de mi camino, la incertidumbre me acompañó por algún instante, pero el escenario era mejor de lo que podía haber imaginado.

Dejamos mi mochila en su coche y luego, dimos algunas vueltas por el centro, estaba anocheciendo por lo que no pude apreciar con nitidez cada lugar que vi. Pero lo que visité, me gustó. Nos fuimos a su casa, al pueblo de Pancevo, a 15 minutos de la capital. Un sitio muy tranquilo, en donde parecía que el tiempo se detuvo ya que toda la gente era más cercana, con espacios históricos y tradicionales compartidos amablemente por el vecindario.Tuve la oportunidad de descansar muy bien, me hacía falta dormir bien. Al día siguiente Nenad tenía planes para mí. Y yo, ni me lo pensé, me dejé querer. El hizo contacto con algunas mujeres conocidas para que yo pudiera entrevistar, así que logré entrevistar a tres mujeres, para mi libro de sueños e historias de mujeres.

Mis días allí, fueron grandes jornadas. También, tuve la maravillosa oportunidad de conocer a sus encantadores padres y por supuesto, la buena mano para la cocina de la madre. Que delicias de comida pude deleitarme. Tuve una muy linda experiencia en Serbia. Su gente es muy bonita, amigable y honesta.

Letrero y escudo de Pancevo, escrito en serbio, con decoración de flores naturales.
Jovana, yo y Anja, mujeres serbias en el pueblo de Pancevo.
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