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Desde País Vasco a Cataluña

Me moví desde la ciudad de Zaragoza, ubicada a unos 250 kilómetros de Bilbao.Tenía mucha ilusión de moverme hasta allí, ya que había pasado mucho tiempo de que no nos veíamos con mi amiga Mónica, y ella me iba vive por esas tierras y me iba a hospedar en su casa. Si bien en esos días, ella iba a estar en Barcelona, pero íbamos a buscar alguna manera para reencontrarnos. Nos habíamos organizado para hospedarme en su casa, así que Rosa, su amiga, me daría la llave. Al día siguiente de mi charla sobre mi viaje, en Bilbao, me subí a un autobús, para dar inicio a otra de mis aventuras. Cuando llegué a la estación, llamé a Mónica para coordinar la entrega de la llave. En esa conversación pude entender que no le había quedado muy claro sobre mi fecha de llegada y tampoco Rosa estaba en la ciudad. Por lo que mis planes cambiaron. Justamente, en esos momentos se produjo una tormenta extremadamente intensa, que incluso, provocó inundaciones importantes y muy peligrosas, que dejaron a muchas personas damnificadas y algunas zonas destruidas. De la que me había librado! Ya que me subí a un tren con otro destino. Lo más importante es que siempre confié que estaba todo bien. Apenas acabé de conversar con Mónica, llamé a otra amiga, Kenia, explicándole mi situación, y afortunadamente, me dijo: – vente!-. En esos momentos mi destino era Cataluña. Como estaba en la estación de autobuses, que conectaba con la estación de trenes me resultó relativamente fácil moverme para encontrar transporte. Tenía que llegar hasta la LAmetlla de Mar, cerca de Tarragona, en la comunidad catalana.

Me encanta viajar en tren, por lo que disfruté mucho del trayecto. Finalmente llegué, eran pasadas las 21 horas. Lo único que sabía que iba a reencontrarme con mi amiga y ella tenía una cama para mí e iba poder seguir avanzando con mi camino. Pasaron los días y me quedé, finalmente, un mes allí. Era una finca. Kenia vive con su pareja, Bruno y un gatito, Oli y la perrita, Oliva. El lugar está lleno de olivos. Les apoyé en varias labores durante ese tiempo. Coincidentemente estos dos bellos seres estaban bastantes jodidos de salud. Sus espaldas no les permitían moverse de manera normal, interfiriendo en sus tareas cotidianas. Por lo que llegué en el momento preciso para colaborar. Esta pareja tiene un apartamento y un «movil home» como le llaman ellos, y los tienen alquilados constantemente, especialmente en verano, porque es temporada alta, así que había mucho trabajo. Hacía mucho calor, no estoy acostumbrada a eso, lo viví solamente cuando me pasé por Guatemala, en la zona de la costa, en el pueblo de Monterrico, en donde me metía a la ducha como 15 veces al día. Lo bueno de la finca es que tiene una piscina, si no, hubiese sido otra historia. Durante mi estadía pude conocer más a mi amiga y a Bruno, por lo que nos pudimos acercarnos más en la amistad, compartiendo lindos y buenos momentos. Me encantó también conocer a la gente de su entorno, que tenían un vínculo muy cercano entre ellos y se notaba, en general, una energía muy bonita. Un día de tantos pasé un mal momento y mi cuerpo reaccionó. Me dio una gran alergia, que afectó en un inicio mis brazos y luego continuó por mis piernas. Nunca lo había vivido, tampoco le di mucha importancia, creía que tal como había aparecido, desaparecería. Fue poco a poco creciendo, pero lo importante fue que luego pude sanar. Mi paso por Cataluña fue una experiencia muy enriquecedora, sin duda, regresaré.

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