No me agradaba del todo moverme hasta Vietnam, por la logística, ya que estaba muy alejado de los países de trayecto que quería realizar. Mi idea original era continuar desde Irak hasta India y luego avanzar hacia Camboya y Laos. Pero mi plan de viaje siempre fue muy variable, sin mayor restricción, acorde a las circunstancias del presente. Esa forma, me encantó, vivir y disfrutar, siempre el presente y el ahora, como si no existiera el mañana.
Mi amigo, que llamaré William, por cuidar su privacidad. Me invitó a visitarle en Vietnam. Y justamente, yo estaba en un momento muy complejo de mi viaje (otro más), por lo que acepté la invitación. Entonces, mi plan de pasarme de Irak a India, lo descarté y me hice a la idea que lo podía llevar a cabo luego de pasar algunas semanas allí.
Así que, me fui en un vuelo desde Erbil hasta Bangkok y desde allí hasta Saigón. Mi ida muy tranquilo, sólo que en mi paso en una escala que tuve que hacer en un aeropuerto de Bangkok, en Tailandia, me pidieron un billete de salida y ¡no lo tenía! Y yo, prácticamente, me encontraba «con lo puesto», así que mi ángel, llamado William, en esos momentos me sacó de aquél apuro, rápidamente. Así que, pude llegar «sana y salva» a Ho Chi Minh, conocido antiguamente, como Saigón. Yo desde pequeña escuché acerca de la Guerra de Vietnam y de Saigón, pero en películas, todo en mi mente era ciencia ficción. Vietnam, aquel país tan desconocido y lejano, lo vine a visitar cuando menos lo imaginé.
Al llegar el calor me sofocó, la humedad era muy alta y me dio la bienvenida una tormenta, la que trajo algunas espontáneas y medianas inundaciones de las calles. En algunas zonas parecían verdaderos ríos. Lo curioso, para mí, era que las personas locales lo vivían de manera muy natural, sin exacerbar la situación y continuaban de manera normal su sistema de vida. Son las motos el mayor vehículo de transporte en el país. Ellas transitaban entre aquellas calles anegadas, en combinación con mucha calor.
Mi amigo fue por mí al aeropuerto, así que fue todo muy fácil para mí. El cambio fue grande. Desde Irak a Vietnam, como el título de una peli.
Como en todo mi trayecto, en cada ocasión de llegada a un nuevo país, era una sensación de: ¡wow¡ estoy aquí y viva. Hasta ahora no me dejo de sorprender de cada paso andado.
Mi idea de quedarme, en acuerdo clon William, fue de un mes, parea así conocer algo del país, descansar un poco y realizar algunas entrevistas a mujeres. Luego de Vietnam, mi destino sería Tailandia, si bien, la tentación de conocer otros países del sudeste asiático era muy grande, ya que las opciones eran muchísimas, pero la vida me dijo otra cosa…
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